80.9% de población nicaragüense se ha vacunado contra COVID-19. País se ubica décimo, con mayor cobertura en las Américas.

Con una cobertura de 80.9% de su población total vacunada contra la COVID-19, Nicaragua supera la meta planteada por la Organización Mundial de la Salud, que había fijado a inicios del año un porcentaje alcanzado para el 30 de junio del 70% en este país. 

El trabajo realizado por el pueblo y gobierno de Nicaragua, posiciona a esta nación en décimo lugar de cobertura de vacunación en la región de las Américas. El país centroamericano, a través de su modelo de salud familiar y comunitario, realiza jornadas de vacunación voluntaria casa a casa, en mercados, centros de trabajo, puestos fijos, en universidades y diversos espacios públicos, con la finalidad de que su población complete un esquema de vacunas integrado por al menos dos dosis.


Al respecto la Ministra de Salud, Martha Reyes expresó a la representante de OPS, en Nicaragua, “que alcanzar esta alta tasa de cobertura en vacunación, ha sido un esfuerzo arduo de un equipo nacional que desarrolló e implementa un plan de despliegue de vacunas contra la COVID-19. Antes de que llegaran las vacunas al país, los vacunadores se entrenaron para la aplicación de las diversas vacunas que contaban con autorización de uso de emergencia por parte de la Dirección de Regulación Sanitaria. Además, con el apoyo de OPS, UNICEF, el mecanismo COVAX y con financiamiento de varios gobiernos se fortaleció la cadena de frío de forma que pudiese recibir vacunas que requerían temperatura ultra-baja, así como aquellas de temperaturas que oscilan entre +2°C - +°8C”, acotó la ministra.

A nivel técnico con el acompañamiento de la OPS este país desarrolló un sistema de información para la vacuna de COVID-19 que contiene datos precisos sobre cada persona vacunada y que permite realizar análisis de cobertura e identificar potenciales brechas.  Se desarrollaron simulacros y al igual que una intensa campaña de vacunación voluntaria. Igualmente las brigadas de vacunadores llegan a las áreas de difícil acceso en donde viven poblaciones indígenas, o rurales, y en la ciudad llegan a todos los barrios y comunidades logrando con ello un acceso gratuito y universal a las vacunas contra la COVID-19.


Fuente: paho.org
Fotos: @iberoblogs

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